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7.12:

La cinética de las enzimas

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Enzyme Inhibition

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– [Instructor] Ciertas sustancias químicas específicas pueden regular la acción de las enzimas mediante la inhibición o bloqueo de sus funciones. Existen dos tipos de inhibidores enzimáticos, los competitivos y los no competitivos. La la inhibición competitiva es bastante similar al sustrato específico de la enzima que puede adherirse al sitio activo y evitar que el sustrato de adhiera. Esta acción logra disminuir el número de enzimas disponibles para adherirse al sustrato. Por el contrario, la inhibición no competitiva se adherirá lejos del sitio activo, pero aún tendrá efecto porque, por ejemplo, modificará la forma de la enzima y reducirá en gran medida la posibilidad del sustrato de adherirse al sitio activo, logrando que la enzima funcione correctamente. Además, estos inhibidores afectan de manera diferente la velocidad de una reacción química. En comparación con una velocidad normal de reacción química, la reacción que incluya los inhibidores competitivos tardará más en llegar a la velocidad máxima de reacción y necesitará de más sustrato para hacerlo, ya que debe haber suficiente sustrato para lograr evitar que el inhibidor tenga acceso a los sitios activos. Por el contrario, un inhibidor no competitivo no permitirá que la reacción llegue a la velocidad máxima porque el número de enzimas disponibles para adherirse es reducido.

7.12:

La cinética de las enzimas

Los inhibidores son moléculas que reducen la actividad enzimática mediante la unión a la enzima. En una célula que funciona normalmente, las enzimas están reguladas por una variedad de inhibidores. Los medicamentos y otras toxinas también pueden inhibir las enzimas. Algunos inhibidores se unen al sitio activo de la enzima, mientras que otros inhiben la actividad enzimática mediante la unión a otros sitios de la estructura proteica.

Los inhibidores competitivos ocupan el sitio activo de las enzimas, por lo que no pueden acomodar el sustrato. Sin embargo, las concentraciones suficientemente altas del sustrato pueden superar al inhibidor; como resultado, los inhibidores competitivos ralentizan la tasa de reacción inicial de las enzimas, pero no afectan a la velocidad máxima de la enzima. Un ejemplo de un inhibidor competitivo es el fármaco disulfiram, utilizado para tratar el alcoholismo crónico. Cuando se ingiere alcohol, normalmente se convierte en acetaldehído, que a su vez es convertido en acetil coenzima A por la acetaldehído deshidrogenasa. El disulfiram se une y ocupa el sitio activo de la acetaldehído deshidrogenasa, haciendo que la enzima no pueda realizar esta conversión. Como resultado, un paciente que toma disulfiram inmediatamente comienza a experimentar síntomas similares a la resaca, como dolor de cabeza, disminuyendo así el consumo de alcohol.

Los inhibidores no competitivos se unen a sitios distintos de la enzima, lejos del sitio activo. Estos se llaman sitios alostéricos y cuando las moléculas se unen a ellos, la forma del sitio activo se cambia de tal manera que la enzima tiene una menor afinidad por el sustrato. Debido a que los inhibidores no competitivos no ocupan el sitio activo, la presencia de sustrato adicional es incapaz de superar la inhibición no competitiva y la enzima es incapaz de alcanzar su máxima tasa de reacción.

La unión covalente entre un inhibidor y una enzima suele ser irreversible, como en el caso de algunas toxinas. La mayoría de los inhibidores reguladores normalmente activos en la célula interactúan con las enzimas por interacciones débiles. Este tipo de unión es reversible y útil para la regulación de los procesos metabólicos. La exploración de nuevas moléculas para inhibir de manera competitiva y no competitiva las enzimas que regulan el crecimiento celular en el cáncer es un área activa de investigación.

Suggested Reading

Goh, Ee Teng, and Marsha Y. Morgan. "Pharmacotherapy for alcohol dependence–the why, the what and the wherefore." Alimentary Pharmacology & Therapeutics 45, no. 7 (2017): 865-882. [Source]