La reproducción asexual

A diferencia de la mayoría de los animales, las plantas se pueden reproducir de manera asexual, y producir crías que son genéticamente idénticas a la planta padre. La reproducción asexual en las plantas, también llamada reproducción vegetativa, sucede sin la fusión de las gametas sexuales o meiosis. Las plantas se pueden reproducir asexualmente a través de mecanismos naturales desarrolados por las plantas o artificiales desarrolados los criadores. La propagación vegetativa es una forma de reproducción asexual en la cual una raíz separada o fragmentos del tallo pueden desarrollar una nueva planta completa. Por ejemplo, un “brote” de una patata se puede plantar para regenerar una planta nueva. Los dientes de león usan otro método de reproducción asexual en el cual producen semillas sin polinización o fertilización, un proceso llamado apomixis. La apomixis permite que ciertas plantas híbridas superen la esterilidad y pasen su genoma intacto a sus crías. Los criadores utilizan una variedad de métodos artificiales para la reproducción asexual, como el injerto, la estaca, la estratificación y la micropropagación. Los criadores de plantas usan a veces estos métodos para generar nuevas variedades de plantas. El injerto es una técnica que se usa con frecuencia para cultivar uvas que combinan rasgos favorables de variedades diferentes. la porción superior de una planta se combina con la porción inferior de otra planta, y esto forma un injerto. La parte superior de un injerto se llama vástago, mientras que la parte inferior se llama rizoma. Por ejemplo, un vástago con frutas grandes puede injertarse en un rizoma resistente a las enfermedades, y producir un progenitor con frutas grandes resistente a las enfermedades. En condiciones desfavorables para la reproducción sexual, la reproducción asexual permite que las especies sobrevivan y se propaguen. La reproducción asexual es ventajosa en particular para las plantas que están bien adaptadas a sus ambientes, como sus retoños que son genéticamente idénticos puedan ayudar a establecer una colonia floreciente. Sin embargo, la reproducción asexual a veces no es deseable, ya que puede limitar seriamente la habilidad de las plantas para adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes. Sin la intervención de la variabilidad genética, los retoños son tan vulnerables a las amenazas y enfermedades como sus plantas padres. La uniformidad genética puede poner a las plantas que se reproducen asexualmente en peligro de extinción.