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19.12:

La sensación térmica

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Biology
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Thermosensation

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– [Narrador] La termosensación periférica, la percepción de temperatura externa, inicia con la piel. Terminaciones nerviosas libres localizadas a diferentes profundidades contienen termoreceptores, canales iónicos encerrados del potencial de receptor transitorio, o la familia TRP. Los receptores están dedicados a temperaturas específicas. Por ejemplo, en grupo sensible al calor el primer receptor para ser descubierto, TRPV1, se activa a temperaturas superiores a 42 grados Celsius. Interesantemente, TRPV1 también tiene un sitio de vinculación para la capsaicina, el componente activo del ají. Cunado una temperatura específica causa que suficientes canales iónicos TRP se abran, despolariza las terminaciones neriviosas transduciendo temperatura en señales electrónicas. Por ende, la temperatura está codificada por la tasa de actividad. Mientras la temperatura incrementa, disparando incrementos en las fibras detectoras de calidez y se disminuye en las de frío. La calidez inocua y la información de frío viajan separadamente a través de pequeñas fibras C no mielinizadas que conducen señales lentamente. El fío también puede ser llevado por axones delta A mielinizados dedicados rápidamente. La información de temperatura dolorosa es llevada por axones A delta y C, los cuales no son separados en frío y calor. Todos los termoaferentes entran en los ganglios de la raíz dorsal de la columna. Aquí, la información es decusada, lo que significa que cambia de lado, antes de ser enviada al hipotálamo. De ahí, la información de temperatura inocua es enviada a la corteza orbitofrontal. Y la información de temperatura dolorosa es procesada en la corteza cingulada anterior.

19.12:

La sensación térmica

El sistema somatosensorial transmite información sensorial de la piel, membranas mucosas, extremidades y articulaciones. La somatosensación se conoce más familiarmente como el sentido del tacto. Una vía somatosensorial típica incluye tres tipos de neuronas largas: primaria, secundaria y terciaria. Las neuronas primarias tienen cuerpos celulares ubicados cerca de la médula espinal en grupos de neuronas llamadas ganglios de la raíz dorsal. Las neuronas sensoriales de los ganglios inervan áreas designadas de la piel llamadas dermatomas.

En la piel, las estructuras especializadas llamadas mecanorreceptores transducen la presión mecánica o la distorsión en las señales neuronales. En la piel sin pelo, la mayoría de las alteraciones pueden ser detectadas por uno de los cuatro tipos de mecanorreceptores. Dos de ellos, los discos Merkel y los corpúsculos de Ruffini, se adaptan lentamente y siguen respondiendo a estímulos que permanecen en contacto prolongado con la piel. Los discos Merkel responden al tacto ligero. Los corpúsculos de Ruffini detectan un tacto estático más profundo, estiramiento de la piel, deformación articular y calor.

Los otros dos principales mecanorreceptores cutáneos, los corpúsculos de Meissner y los corpúsculos de Pacini, se adaptan rápidamente. Estos mecanorreceptores detectan estímulos dinámicos, como los necesarios para leer Braille. Los corpúsculos de Meissner responden al tacto y la presión delicados, así como a las vibraciones de baja frecuencia. Los corpúsculos de Pacini responden mejor a la presión profunda y repetitiva y a las vibraciones de alta frecuencia. La información detectada por estos mecanorreceptores se propaga hacia el cuerpo celular en el ganglio de la raíz dorsal.

Las neuronas primarias de los ganglios de la raíz dorsal extienden los axones hacia la médula espinal, continuando la propagación de la información somatosensorial del cuerpo al cerebro. Los axones terminan en la médula, donde hacen sinapsis, o se comunican, con neuronas secundarias. En este punto, la señal ha permanecido ipsilateral, en el mismo lado del cuerpo que inicialmente detectó el estímulo. Las neuronas secundarias, sin embargo, tienen axones en el lado opuesto de la médula y decusan (cruzar) la información. Por lo tanto, la información detectada en el lado izquierdo del cuerpo se procesa inicialmente en el hemisferio derecho del cerebro. Desde el lado opuesto de la médula, los axones de las neuronas secundarias continúan hasta el tálamo, donde hacen sinapsis con neuronas terciarias. Las neuronas terciarias tienen axones que terminan en la corteza somatosensorial.

Cada parte del cuerpo, hasta cierto punto, está representada en esta área cortical en un mapa somatosensorial llamado homúnculo. Las áreas del cuerpo con una mayor densidad de mecanorreceptores, como las yemas de los dedos, tienen mayores representaciones en la corteza que las áreas con una menor densidad de mecanorreceptores, como las palmas de las manos y los brazos.

Cuando una región corporal determinada no funciona según lo previsto, la corteza sensorial puede someterse a una reorganización cortical. Por ejemplo, los lectores de Braille tienen, en la corteza somatosensorial, una representación de los dedos de mayor tamaño que las personas que no saben leer Braille. En los amputados del antebrazo, algunos datos sugieren que la región cortical previamente conectada al brazo amputado se puede reasignar a la región cortical adyacente (en este caso, la cara). Esto puede causar experiencias de extremidad fantasma, en las que un amputado siente estimulación del brazo que falta cuando se estimulan ciertas áreas de la cara.

Suggested Reading

Palkar, Radhika, Erika K. Lippoldt, and David D. McKemy. “The Molecular and Cellular Basis of Thermosensation in Mammals.” Current Opinion in Neurobiology 34 (October 2015): 14–19. [Source]

Mischkowski, Dominik, Esther E. Palacios-Barrios, Lauren Banker, Troy C. Dildine, and Lauren Y. Atlas. “Pain or Nociception? Subjective Experience Mediates the Effects of Acute Noxious Heat on Autonomic Responses.” PAIN 159, no. 4 (April 2018): 699. [Source]